El viaje comienza con la llegada a Monção, un pueblo histórico situado en la región del Alto Minho, famoso por su vino Alvarinho y su rico patrimonio. Después de hacer el check-in en el hotel, el primer punto de visita es el Palacio de Brejoeira, una impresionante propiedad que data de principios del siglo XIX. Rodeado de viñedos, el palacio es un ejemplo de la grandeza de la arquitectura neoclásica y ofrece una visita a su interior, incluyendo los jardines y la bodega donde se produce el famoso vino Alvarinho. Después de la visita, la noche estará dedicada a disfrutar de una cena tradicional en un restaurante local, donde podrá probar platos regionales como el cabrito asado, «arroz de sarrabulho» (un plato típico de arroz) y lamprea (dependiendo de la temporada). Alojamiento en Monção.
Después del desayuno, el día estará dedicado a la Ruta del Vino Alvarinho, comenzando con una visita a una bodega en Monção para conocer el proceso de producción del vino Alvarinho, una de las variedades de vino blanco más prestigiosas de Portugal. Tras la degustación de vinos, el recorrido continúa hacia Melgaço, donde se hará una pausa para almorzar. Aquí, podrá deleitarse con platos como el «naco de carne Cachena» (un tipo de carne de vaca local), acompañado del siempre presente vino Alvarinho. Después del almuerzo, explore Melgaço, con una visita al Solar do Alvarinho, un espacio donde podrá degustar y comprar varios vinos de la región. Aproveche para conocer el centro histórico de Melgaço, paseando por las calles medievales y visitando el castillo, que ofrece una vista panorámica sobre la villa y sus alrededores. La cena será en un restaurante tradicional, destacando el jamón de Melgaço y los embutidos locales. Regreso a Monção para descansar.
El tercer día estará dedicado a descubrir Castro Laboreiro, un pueblo situado en el Parque Nacional de Peneda-Gerês, famoso por sus paisajes montañosos y su rico patrimonio histórico. La mañana comienza con un paseo ligero por las calles empedradas del pueblo, pasando por el Castillo de Castro Laboreiro, una fortificación medieval en ruinas con vistas impresionantes de las montañas. Tras la visita al castillo, será el momento de disfrutar de un almuerzo regional en un restaurante típico. Platos como el filete de ternera o el jabalí guisado son especialidades locales, servidos con «batata à murro» (patatas machacadas) y grelos. La tarde será libre para explorar la naturaleza circundante, con la posibilidad de visitar los famosos puentes medievales de Castro Laboreiro o aventurarse en uno de los senderos de la región. El día termina con el regreso a Monção para descansar.
El cuarto día estará dedicado a descubrir Sistelo, conocido como el “Pequeño Tíbet Portugués” debido a sus impresionantes campos en terrazas. Después del desayuno, realizaremos una caminata por el Sendero de las Pasarelas de Sistelo, una ruta circular que ofrece vistas espectaculares de los campos en terrazas, el río Vez y las montañas circundantes. La caminata será tranquila, con varias oportunidades para fotografiar el paisaje rural único y apreciar la tranquilidad del lugar. A mitad del sendero, haremos una pausa para un picnic, donde podrá degustar productos locales como el queso de montaña, embutidos y pan de maíz. Después de la caminata, regresamos a Sistelo para una tarde relajante, donde podrá explorar el pueblo, conocido por sus casas tradicionales de granito y su ambiente bucólico. La cena será en un restaurante local, con platos como el cabrito asado al horno y el arroz con alubias. Regreso a Monção para pasar la noche.
En el último día, después del desayuno, habrá tiempo libre para explorar Monção antes de la partida. Puede aprovechar para pasear por el Parque das Caldas, famoso por sus aguas termales, o visitar las murallas y fortificaciones que rodean el centro histórico del pueblo. Si lo prefiere, también puede visitar una última bodega para comprar vino Alvarinho directamente del productor. Antes de despedirse de la región del Alto Minho, disfrute de un almuerzo ligero con especialidades como la «sopa de pedra» (sopa de piedra) o el «bacalhau à minhota» (bacalao al estilo Minho). Después del almuerzo, será el momento de partir, llevándose consigo las memorias de los paisajes, sabores y tradiciones de esta rica región.